Mis consejos para escritores y escritoras

Comparto algunos de consejos basados en mi experiencia a quienes desean dedicarse al noble oficio de la escritura
Comparto algunos de consejos basados en mi experiencia a quienes desean dedicarse al noble oficio de la escritura

Me encanta escribir y disfruto mucho leyendo y en mi vida como editor y en mi trabajo día a día con La Ovejita conozco muchas personas que desean publicar e incluso algún día poder dedicarse a ello en exclusiva. Pero seamos serios: no todo el mundo tiene ni las destrezas, ni sabe cómo funciona este ámbito tan complejo del libro y por desgracia hay personas torpes que buscan atajos que no funcionan o piensan que saben más de lo que saben. Para quienes me lean, os dejo estos consejos basados en mi experiencia.

Humildad
lleves un mes, un año o cincuenta escribiendo, estás empezando. Todos y todas estamos iniciándonos en este mundo y nadie puede creerse en la cúspide ni en lo alto de la colina, por mucho libros que lea, venda, por muchos premios que gane y no importa tampoco qué editorial les publique. Si empiezas a mirar por encima del hombro al resto, dedícate a otra cosa.

Literatura
ante todo, escribe literatura. Si deseas vender best sellers, no eres escritor, eres un escribidor de pacotilla. Para dedicarse a la palabra hay que tener hambre de conocimiento, de saber qué hay más allá, una curiosidad intrínseca para conocer la esencia de las cosas, la psicología de las personas, escribir literatura es lo que nos hace crecer. Narrar historias vacías de personajes planos y estereotipados es algo vacío, insulso, como cocinar sin sal y sin especias.

Poesía
lee y ponle a todo poesía. Un libro, una canción, una película, el arte o la vida, sin poesía no sólo no tiene color, sino que no tiene ni luz ni alma. Piensa siempre que los momentos que recordamos siempre son aquellos que tienen ese algo que no sabemos definir, pero, si tuviéramos que encontrarle una palabra, sería sin duda: poesía.

Edición
Es lo que necesitan tus textos. Si los publicas tal cual, estás pecando de engreimiento. No eres tan bueno, tus textos, como los de todos los autores/as de literatura, necesitan un buen editor que los mejore. Si sigues publicando textos sin editar es como si continúas caminando con los cordones sueltos. No te quejes si caes una y otra vez. Tus lectores no te leen, te sufren y lamntablemente, no te lo van a decir nunca. Eso no significa que necesites un «sello editorial», para que quede bonito, sino que haya un editor, esto es, un profesional de verdad -y no un saca cuartos- que convierta tus palabras en un libro digno de ser leído.

No vendas ni te vendas
esa manía que tiene la gente de ir vendiendo, puerta a puerta lo que hacen, dejándose los nudillos y molestando a la gente es horrenda. Nadie te lo va a decir, pero el silencio en las redes sociales que provocan tus textos es peor que cerrarte una puerta de castillo en las narices. No prostituyas una pasión como esta convirtiéndote en hombre-anuncio o mujer-anuncio. Bajar el valor de tus libros, como si fueras una gran empresa también es absurdo: tu libro vale lo que tú valgas, puedes regalarlo si lo deseas, a quien lo merezca, pero venderlo barato es escupirte hacia arriba, seguro que sabes las consecuencias que tiene. Puedes compartir lo que haces, pero hazlo con dignidad. No trates de amoldarte y orientar lo que haces a los gustos de la gente tampoco, porque ceder es como admitir tu falta de sinceridad. Si haces lo que deseas y lo deseas con pasión, tarde o temprano habrá personas que amen lo que haces.

Escucha y aprende
Está muy bien que quieras ser escritor y que desees hacerte oír, pero si no escuchas lo que hacen otros, si no prestas atención, serás sólo ruido. Acude a eventos, participa, sé amable, compra libros de otras personas, lee, aporta, crece con esas personas. Sólo quienes abren los brazos reciben abrazos.

Comparte sin pedir
Date a los demás, comparte informaciones, ayuda, escribe prólogos, reenvía certámenes, difunde revistas que buscan colaboraciones, adquiere libros y entradas a eventos, pero no seas victimista ni esperes nada  a cambio ni que quienes te han vendido un libro te compren libros a ti. Es mejor que te compren los libros y te ayuden quienes sientan que deben hacerlo o que desean hacerlo realmente. No hay cosa más triste que obligar a alguien a hacer algo. Antes que obligar a alguien a comprarme un libro, se lo regalo si lo merece.

Que no te adulen
No hay cebo más sencillo para atrapar a un escritor/a que decirle que es excelso. Los autores se rinden a los pies de quien haya dicho la frase. Así es como nos engañan las falsas editoriales: dorando la píldora a quienes escriben, prometiendo éxitos improbables, encabalgando embustes y falacias. Escucha segundas opiniones sobre las propuestas editoriales -sobre todo de pago- que recibas y busca alternativas mejores, que las hay. Si quieres conocer la nuestra, que no es editorial, pero es ética, muy económica e innovadora y ya hay cientos de escritores/as felices en todo el mundo, escríbenos o lee todos los temas que le dedicamos en este blog.

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