La lectura de nuestros textos por parte de amistades

Me gustan los escritores y escritoras que siempre están abiertos a aprender, que tienen humildad, inteligencia y la curiosidad necesaria para crecer cada día en este oficio y pasión que es la creación literaria.

Nuestros amigos y amigas pueden leer y darnos pistas sobre nuestros textos, a la que añadiremos la ayuda de profesionales de la edición
La ayuda de nuestros amigos y amigas que pueden leer y darnos pistas sobre nuestros textos se completará con el conocimiento de profesionales de la edición

Por eso, muchas personas que escriben no dudan en enviar o dejar en manos de amistades propias o amistades de sus amistades algunos de sus textos, manuscritos en proceso o libros ya publicados. Eso en sí no es malo. Puede serlo si elegimos mal a esos lectores aficionados/as. Pueden ser personas que no saben de literatura, que no distinguen un best seller de un proyecto literario, pueden ser psicoanalistas de pacotilla, personas que no saben distinguir entre una opinión y una orden, etc.

Si tenemos suerte y esas personas son más o menos interesantes, podemos aprender puntos de vista, detalles, e incluso puede que nos aporten alguna idea de mejora útil.

En el año 1991 y tras meses de selección entre mis poemas escritos desde los 14 a los 19 años, me autopubliqué Anónimo, un poemario que quise distribuir de una forma singular: a las personas que mostraban interés por el libro no se lo vendía, sino que se lo daba para que lo leyera. Después de su lectura, les preguntaba su opinión y en ese momento podían bien devolverme el libro o pagármelo. Todo el mundo me compró el libro de poemas y recibí gran cantidad de puntos de vista muy interesantes, que me ayudaron a aprender mucho.

Pero tenemos que relativizar siempre las aportaciones. Si somos cocineros una tarde de domingo, podemos aprender mucho de nuestras amistades que no han frito un huevo en su vida, pero quienes nos darán opiniones e informaciones más útiles serán sin duda las amas de casa y cocineros/as profesionales que puedan probar nuestros manjares.

Lo mismo sucede con la literatura, ya que son siempre útiles las lecturas y consejos de nuestros allegados. Pero en este punto es necesario recalcar que las opiniones profesionales son las que cuentan. Entre mis autores tengo varios que han puesto en mis manos textos que después han recibido premios importantes o cuya lectura ha resultado muy interesante para críticos o autores/as de gran nivel. Se trata de eso, de crear calidad, filtrarla, refinarla, mejorar cada proceso y que el libro no sea un proyecto inacabado, sino la consecuencia de muchas mejoras de calidad.

Eso lo hacemos con los libros que llegan a La Ovejita, que no se publican nunca tal cual, sino que mejoran y crecen, tanto como quiera la persona que lo escribió.

Contáctanos si lo deseas y te explicaremos cómo funciona La Ovejita, la forma ética de publicar: juannavidad@gmail.com

Si deseas crecer, visita nuestra sección de Recursos para escritores/as.

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