En esta entrada, quisiera difundir un fenómeno que se está produciendo en las últimas semanas que creo que es muy interesante. Comienzo confesando mi vínculo emocional con la República Dominicana desde el viaje de trabajo que realicé a ese gran país el año 2002. Al contrario que mucha gente que visita esa tierra, no fui a una de esas «cárceles de turistas» de Punta Cana y otras ciudades, sino a investigar, profundizar su cultura y contactar con muchas personas. Fue un viaje formativo, repleto de eventos, en el que conocí a personas muy interesantes.
Hecha esta introducción, en Nueva York nuestro proyecto La Ovejita está también muy vinculado con personas de talento dominicanas. Contamos con muchos autores y autoras de distinto nivel literario que nacieron en esa república y estamos a punto de iniciar en el próximo año incluso actividades temáticas sobre cultura, historia y literatura dominicana. El pasado mes de septiembre, estuvimos presentes en la Feria del Libro Dominicana de Nueva York con dos presentaciones de libros y también con una ponencia cargo de Juan Navidad, sobre los autores y autoras dominicanas que han elegido el sistema ético de publicación de La Ovejita.
En los últimos eventos, hemos recibido una nueva oleada de autores y autoras dominicanos muy talentosos que desean publicar con nosotros. Además, como digo en el título de este tema, las editoriales de ese país también han mostrado mucho interés por comenzar a colaborar con nosotros.
Publicar en la República Dominicana, según me cuentan mis contactos es por un lado, bastante económico. Se pueden sacar libros a un dólar. La limitación es que deben sacarse tiradas de 500 e incluso de 1000 ejemplares. Si hubiera un simple error, éste quedaría ahí, perenne, en todos los libros de esa tirada.
Un inconveniente que me cuentan los editores es que enviar los libros a Estados Unidos es muy complicado, cada vez más. La razón dicen que es porque cada vez se encuentra más droga camuflada en cajas de libros. Las molestias, tardanzas y disparates que tiene lugar han llevado a muchos editores a plantearse otras opciones.
La Ovejita, para ellos, puede ser muy interesante. Primero, porque es una forma ética de publicar, es decir, hacemos las cosas con claridad y nunca prometemos lo que no vamos a cumplir. Otra ventaja es que se pueden sacar también pequeñas tiradas, de 20, 50 o 100 ejemplares y, si el autor o autora decide realizar algún cambio, podemos hacerlo -dentro del precio- para que sea efectivo en las próximas tiradas que se saquen del libro. El número de formatos disponibles es muy interesante, con tamaños como 8×5, 8,5×5,5, 6×9, 8,5×11 pulgadas, e incluso libros cuadrados (de 8,25×8,25 o 8,5×8,5 pulgadas). También se pueden editar libros a todo color a precios increíbles.
La Ovejita imprime sus libros en Estados Unidos y favorece también la venta en los portales de Amazon, tanto de los libros en papel como en formatos electrónicos. Otro grupo de ventajas tiene que ver con nuestros eventos en Nueva York y próximamente, también en Madrid y Barcelona.
Termino con algo que tiene encandiladas a las editoriales dominicanas: la puesta en marcha de nuestra distribuidora y portal en inglés (podemos traducir y publicar libros al inglés o bilingües) y vamos a ofrecer un catálogo de libros a bibliotecas públicas, escolares y universitarias de todos los Estados Unidos. Estamos seguros de que esta colaboración se va a intensificar con muchas editoriales más desde ahora.
Si deseas conocer la forma ética de publicar, escríbenos: juannavidad@gmail.com