Este miércoles Fórmate con La Ovejita en Teatro IATI

Nuestro Proyecto La Ovejita, la forma ética de publicar nació el año 2011. Ya desde entonces hemos tenido siempre una vocación formativa. Ese año comenzamos a desarrollar en Nueva York con la colaboración de la organización LAIA y la coordinación de Linda Morales nuestros Círculos de Lectura. Tanto Linda como Juan Navidad tienen una amplia experiencia impartiendo talleres literarios, de animación lectora o  creatividad aplicada al libro.

Fuego de Luna, integrado por Maureen Altman, Linda Morales Caballero y Silvia Siller, junto a Juan Navidad. - Foto: Massiel Álvarez
Fuego de Luna, integrado por Maureen Altman, Linda Morales Caballero y Silvia Siller, junto a Juan Navidad en la Hispanic Society de Nueva York. – Foto: Massiel Álvarez

Este miércoles La Ovejita va a desarrollar una actividad gratuita también con el apoyo de LAIA en el Teatro IATI en un evento que celebraremos con el grupo Fuego de Luna.

Si escribes y deseas crecer, no te pierdas este evento formativo en Teatro IATI
Si escribes y deseas crecer, aprovecha este evento formativo en Teatro IATI

Una de las preguntas que le hacemos a nuestros autores y autoras es si están interesados en crecer. Escribir no es sólo algo mágico y producto de la inspiración, sino un proceso de mejora, crecimiento, de aprendizaje continuo. Nosotros solemos decir que las personas creativas somos como los doctores, que necesitan estar siempre actualizando sus conocimientos. Cuando una persona que escribe peca de soberbia o cree que ha alcanzado un grado de conocimiento que no precisa de formación entonces se produce en esa persona un estancamiento creativo.

En este evento vamos a desarrollar durante menos de una hora cinco rápidas y dinámicas píldoras formativas, de distintos temas que pueden ser del interés de las personas que escriben:

-«Marketing para escritores»
-«Opciones a la hora de editar nuestros libros»
-«Consejos para ser un escritor/a profesional».
-«Cómo recitar bien tus poemas».

Tendrá una duración de unos 45 minutos.

Evento de FB de Tarde de Poesías y Escritura:
https://www.facebook.com/events/174437902904624/

Contacto con Juan Navidad: juannavidad@gmail.com

El cine clásico y publicar un libro

Este tema es el resultado de muchas conversaciones con autores/as y muchos correos electrónicos en que me cuentan cómo es o como ha sido publicar sus libros anteriores.

El cine nos sirve de metáfora en esta entrada sobre cómo suele publicar mucha gente
El cine nos sirve de metáfora en esta entrada sobre cómo suele publicar mucha gente

Lo que yo suelo responderles es que caen en una trampa que me gustaría explicarles hablando de cine. Si recuerdan las películas que hemos visto en toda nuestra vida, especialmente las más clásicas y aquellas en que dos protagonistas se enamoraban, en muchos casos, si el final era feliz, la película terminaba con la boda de los protagonistas. Si lo aplica a su vida: ¿diría que con el matrimonio o la convivencia termina algo o es justamente cuando empieza?

El mismo romanticismo le solemos dar a la publicación de nuestros libros. Es un sueño tal que solemos verlo como un fin, cuando la publicación del libro en realidad es solo el comienzo de un proceso largo y complejo para darlo a conocer y encontrar nuestro público.

Muchas editoriales y falsas editoriales, lo que les dicen a sus posibles autores es que les van a ayudar a cumplir su sueño de publicar. Pero después no hay nada más: ni presentaciones ni ninguna clase de eventos, nada. Estos autores/as son quienes nos contactan diciéndonos que tienen la casa llena de libros y no saben cómo solucionar ese problema. Otro extremo que pueden encontrarse es una falsa editorial que le promete distribución en todas las librerías del planeta, presentaciones a diestro y siniestro, etc. Acuda a sus eventos y observe fijamente cómo son las cosas antes de decidirse a publicar con ese tipo de charlatanes.

Le recomendamos que desconfíe, ya que muchos falsos editores le llenan al autor/a su cabeza de pajaritos con éxitos de venta, etc. Nosotros nunca recomendamos grandes tiradas de libros, ni de 1000, ni de 500 e incluso ni de 200. Con nuestro sistema, podrán sacar tiradas pequeñas, de 25, 50 libros y será después, si el libro funciona, cuando podremos comprar tiradas mayores.

Otra de las mentiras que se suele promover es que los libros se venden en las librerías. Es mentira, porque salvo contadas excepciones, quienes van a una librería hoy en día buscan sobre todo éxitos comerciales. Nosotros no rechazamos las librerías; al contrario, vamos a comenzar a tener expositores en aquellas librerías que no engañan a los escritores. Serán pocas librerías que para nosotros significarán un punto de encuentro con nuestros potencial lectores/as.

Lo más importante para nosotros son dos vías de difusión fundamentales: los eventos, que organizamos a lo largo de todo el año y, por otro, la distribución de libros en bibliotecas públicas, escolares y universitarias en todos los Estados Unidos.

Creemos que los autores deben saber todo esto para que una vez tengan conocimiento de cómo son las cosas, tomen la decisión más atractiva, pero sobre todo, la más acertada. Si quieres saber más de la forma ética y sencilla de publicar de La Ovejita, escríbenos: juannavidad@gmail.com

Conozca el resto de nuestros Recursos para escritores/as en este enlace.

La lectura de nuestros textos por parte de amistades

Me gustan los escritores y escritoras que siempre están abiertos a aprender, que tienen humildad, inteligencia y la curiosidad necesaria para crecer cada día en este oficio y pasión que es la creación literaria.

Nuestros amigos y amigas pueden leer y darnos pistas sobre nuestros textos, a la que añadiremos la ayuda de profesionales de la edición
La ayuda de nuestros amigos y amigas que pueden leer y darnos pistas sobre nuestros textos se completará con el conocimiento de profesionales de la edición

Por eso, muchas personas que escriben no dudan en enviar o dejar en manos de amistades propias o amistades de sus amistades algunos de sus textos, manuscritos en proceso o libros ya publicados. Eso en sí no es malo. Puede serlo si elegimos mal a esos lectores aficionados/as. Pueden ser personas que no saben de literatura, que no distinguen un best seller de un proyecto literario, pueden ser psicoanalistas de pacotilla, personas que no saben distinguir entre una opinión y una orden, etc.

Si tenemos suerte y esas personas son más o menos interesantes, podemos aprender puntos de vista, detalles, e incluso puede que nos aporten alguna idea de mejora útil.

En el año 1991 y tras meses de selección entre mis poemas escritos desde los 14 a los 19 años, me autopubliqué Anónimo, un poemario que quise distribuir de una forma singular: a las personas que mostraban interés por el libro no se lo vendía, sino que se lo daba para que lo leyera. Después de su lectura, les preguntaba su opinión y en ese momento podían bien devolverme el libro o pagármelo. Todo el mundo me compró el libro de poemas y recibí gran cantidad de puntos de vista muy interesantes, que me ayudaron a aprender mucho.

Pero tenemos que relativizar siempre las aportaciones. Si somos cocineros una tarde de domingo, podemos aprender mucho de nuestras amistades que no han frito un huevo en su vida, pero quienes nos darán opiniones e informaciones más útiles serán sin duda las amas de casa y cocineros/as profesionales que puedan probar nuestros manjares.

Lo mismo sucede con la literatura, ya que son siempre útiles las lecturas y consejos de nuestros allegados. Pero en este punto es necesario recalcar que las opiniones profesionales son las que cuentan. Entre mis autores tengo varios que han puesto en mis manos textos que después han recibido premios importantes o cuya lectura ha resultado muy interesante para críticos o autores/as de gran nivel. Se trata de eso, de crear calidad, filtrarla, refinarla, mejorar cada proceso y que el libro no sea un proyecto inacabado, sino la consecuencia de muchas mejoras de calidad.

Eso lo hacemos con los libros que llegan a La Ovejita, que no se publican nunca tal cual, sino que mejoran y crecen, tanto como quiera la persona que lo escribió.

Contáctanos si lo deseas y te explicaremos cómo funciona La Ovejita, la forma ética de publicar: juannavidad@gmail.com

Si deseas crecer, visita nuestra sección de Recursos para escritores/as.

Concepto básicos de derechos de autor

En este Recurso para escritores/as hablaremos de derechos de autor
En este Recurso para escritores/as hablaremos de derechos de autor

Sobre este asunto de la propiedad intelectual y los derechos de autor voy a escribir y compartir muchos temas en estos Recursos para Escritores/as del sitio de La Ovejita, la forma ética de publicar.

Comienzo con unos conceptos básicos, que ampliaré en el futuro. No están explicados de manera formal ni jurídica -no soy abogado- sino de una forma que puede ser entendida por cualquier persona. Si lo ves interesante, te invito a compartirlo, para que otras personas que se dediquen a escribir puedan conocer este recurso.

Derechos de autor:
los autores y autoras, por el mero hecho de crear una obra tienen unos derechos que les protegen de distintas formas en que se pueden lesionar esos derechos. En algunos casos, para demostrar que una obra es de una persona, deberá haber registrado su obra o haber realizado distintos procedimientos que permiten dar constancia de la autoría de esa obra.

Derechos de publicación:
cuando una editorial seria publica una obra (dejamos fuera aquellas editoriales o falsas editoriales que cobran a los autores/as) suele firmar con el autor de la obra un Contrato de Edición que regula cómo va a ser esa edición. En él se estipulan también durante cuántos años tiene la editorial los derechos de publicación. Cada país, además, tiene en sus legislaciones una cantidad de años en los que la editorial retiene esos derechos de edición o de publicación. Por ejemplo, si un autor falleció el año 1890 y tiene sus derechos de autor expirados, tendríamos que ver si la edición que alguien desea reeditar es reciente y tiene aún los derechos de publicación vigentes.

Derecho moral:
este es un concepto que mucha gente no conoce. Desconozco si existe en todas las leyes de todos los países, pero es habitual en muchas Leyes de Propiedad Intelectual. El derecho moral es una especie de concepto de sentido común, que dice dos cosas básicamente: la primera es que no se puede separar una obra del nombre de su autor. Si alguien reproduce una obra o un fragmento, aunque tenga el derecho o haya pagado su uso no puede dejar la obra sin firmar. También engloba situaciones en las que una persona que es autora de algo entienda que se vulnera su honor o le da mala imagen. Por ejemplo, si una frase de una autor es utilizada de slogan por un partido nazi o lo ponen a la entrada de una casa de citas.

Legislación:
al contrario de lo que muchas personas creen, cada país tiene su propia forma de entender y proteger los derechos de autor. En la Unión Europea ha salido en los últimos años legislaciones conjuntas, pero lo normal es que cada país establezca sus propias reglas.

Contrato de edición:
es el acuerdo que firman el escritor o escritora y la editorial. En él deben aparecer datos como el domicilio, números de identidad o fiscales de las dos partes, la fecha, número de libros que se van a publicar, descripción de formatos, calidades, contenido del libro, la distribución y difusión, si se incluye la edición digital, el porcentaje que se le va a dar al autor por las ventas (lo que se conoce como regalías, royalites en inglés), la frecuencia de la liquidaciones de esas regalías, la cantidad de tiradas o los años en que la editorial podrá reeditar ese libro.

Copyright (C)
Este es un concepto doble, por un lado, se refiere al derecho de autor y también cuando se usa en forma abreviada, como (C) es una forma de indicar que no se permite su reproducción sin pedir permiso.

Copyleft (CC)
Es un concepto totalmente diferente al anterior, ya que el autor o autora estimula que su obra se conozca, sea reproduciéndola tal cual, creando una obra derivada o incluso difundiéndola y ganando dinero con ello. Hay varias modalidades distintas de copyleft que podemos elegir para dar a conocer nuestro trabajo. Muchas legislaciones no recogen esta forma de derecho de autor que ha sido creado y difundido desde abajo, por la sociedad civil.

Registro de obras
hay varias formas de proteger una obra. La más habitual suele ser el registro de la obra en una entidad oficial. En Estados Unidos, se hace desde el portal de la Biblioteca del Congreso, en España desde las oficinas de Cultura de cada Comunidad Autónoma en cada ciudad. Si vives en otro país y deseas que incluyamos el enlace, envíalo en los comentarios y lo insertamos aquí.

En futuros Recursos para Escritores/as iremos profundizando este tema apasionante de los derechos de autor.

Si quieres saber más de la forma ética y sencilla de publicar de La Ovejita, escríbenos: juannavidad@gmail.com

Conozca el resto de nuestros Recursos para escritores/as en este enlace.

La Ovejita es una navaja multiusos

Cualquiera puede comprarse una navaja simple. La Ovejita te ofrece mucho más.
Cualquiera puede comprarse una navaja simple. La Ovejita te ofrece mucho más.

En este tema, quisiera hacer una metáfora. Si el mundo de la publicación es como comprarse una navaja, la mayoría de quienes ofrecen este servicio, lo que dan en realidad es una navaja muy simple: tener un libro.

Con La Ovejita hacemos las cosas como los suizos: dando mucho más por el mismo e incluso por menos dinero: una navaja multiusos. Si te conformas con la navaja simple… es porque quieres.

Lo primero que tiene nuestra opción es que mejoramos tu obra. A eso se le llama edición. No la publicamos tal cual, ni le corregimos solo lo que detecta el corrector del procesador de textos (como hacen muchos). Editar un libro es mucho más. Y para ello, preguntamos siempre a nuestros autores/as si desean crecer, si quieren que su libro esté perfecto y si en libros futuros desean seguir mejorando. Si te quieres quedar como estás, puedes elegir otras opciones.

Además, podrás sacar pequeñas tiradas a un precio fijo por libro. Por ejemplo, el precio mínimo es de 2,15 dólares por libro si tiene menos de 120 páginas, más gastos de envío e impuestos. No necesitas hacer una gran tirada de 500 o 2000 para tener un buen precio. Puedes pedirte un pedido de 20 o 50 para un evento y cuando los vendas, compras más.

Otra de las ventajas es que realizamos eventos todo el año. No nos conformamos con una feria o festival al año, sino que siempre estamos mostrando las obras de nuestros autores/as. La participación en estos eventos está incluída en el precio y los desarrollamos cada mes en Nueva York y pronto en Barcelona y Madrid (España). Las ventas que se generan en casi todos nuestros eventos de Nueva York son el 100% para los autores/as. Queremos que quienes han escrito los libros sean quienes ganan publicándolos con nosotros.

Nuestros precios son cerrados e incluyen todo. Por eso somos un proyecto ético, no tenemos trampas ni sorpresas. Con otras opciones, te toca pagar por todo: por las correcciones (nosotros las tenemos incluídas en el precio), por poner los libros a la venta en internet (podrás vender en todo el mundo y tendrás gratis tu Ficha de Autor en nuestros sitios).

Hay muchas personas que traducen. Nosotros contamos con profesionales de la traducción literaria, no de manuales de máquinas o textos jurídicos o científicos. Las diferencias suelen ser muy importantes, especialmente en los libros de poesía. No dejarías que te sacara una muela un veterinario, ¿verdad?…

Estamos preparando dos utilidades nuevas muy interesantes. Vamos a contar con nuestra propia agencia literaria, que va a representar a novelistas y autores/as de libros de distintas temáticas ante editoriales medianas y grandes de Estados Unidos, México y España. Los autores/as no tendrán que pagar y solo si cerramos un contrato recibiremos nuestro porcentaje correspondiente.

Y terminamos con una ventaja nueva que va a tener nuestra navaja llamada La Ovejita: estamos a punto de tener una distribuidora de libros en Estados Unidos, que distribuirá lotes de libros de nuestros autores/as a redes de bibliotecas públicas, escolares y universitarias de todo el país, especialmente del llamado área triestatal: Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.

Hace años no había opciones: las navajas tenían solo una hoja de corte. Pero ahora puedes elegir, con La Ovejita tienes una navaja suiza a tu disposición por lo mismo e incluso menos.

Si quieres saber más de la forma ética y sencilla de publicar de La Ovejita, escríbenos: juannavidad@gmail.com

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Aparentemente es un libro y no lo es, ¿qué es?

En este tema os planteo una sencilla adivinanza en torno al libro. Ahora que cualquier persona es capaz de juntar unas palabras y llevarlas a que alguien las convierta en un libro me surge una pregunta: ¿qué hace que unas palabras en un papel sean o no un libro de verdad?

Muchos objetos que parecen libros son otra cosa
Muchos objetos que parecen libros son otra cosa

La respuesta es simple: para que algo con forma de libro sea de facto un libro, debe haber sido revisado, leído, mejorado, es decir, editado. ¿Y quién puede hacer eso? ¿Un fontanero? ¿Una secretaria? ¿Un veterinario? Depende, si son personas que además de arreglar tuberías, llevar contabilidades o curar animales, si son personas que han leído muchísimo -literatura, se entiende- desde hace muchos años, se han formado muchísimo y además saben de filología, estilo, gramática, diseño, etc… Podría darse algún caso en el mundo, pero no suele ser así.

Se está dando la circunstancia de que personas sin ninguna preparación se han metido a este negocio de «hacer libros». ¿El resultado? cosas que tienen forma de libro, pero cuando las abres, lees esas palabras en detalle, descubres con horror que quizás les hayan quitado los errores más obvios que cualquier corrector del procesador de textos puede detectar, pero faltan de pulir infinidad de otros errores garrafales: tildes no tan obvias, palabras mal escritas porque han sido mal elegidas por el autor o autora, errores de expresión, malformaciones de estilo y expresión que ruborizarían al más ignorante…

En fin, si quieres sacar un libro de esos, déjate adular: el mundo está lleno de personajes que van a sacarte el dinero cometiendo ese tipo de barbaridades. Si quieres que tu libro sea un libro de verdad, escríbenos (juannavidad@gmail.com) o visita La Ovejita Ebooks y conoce la forma ética de publicar, sin que te tomen el pelo.

 

La importancia de la traducción

Aunque este tema es muy obvio en apariencia, creo que es necesario que escriba y comparta estas líneas porque estoy viendo libros de personas de mucha calidad literaria como escritores/as y que después son maltratados vilmente por quienes los traducen. Es muy triste ver un buen libro estropeado precisamente por quien debería tratarlo con más cariño. Es como si vamos al médico y en vez de curarnos una dolencia, nos sorprende tristemente con otra mayor.

Lo primero que quiero hacer es reivindicar el oficio del traductor. Ya lo hago continuamente con el hecho de escribir. Ninguna de los dos son caprichos no cosas de poco interés. Quien crea una historia o un poema es una persona que debe tener preparación y una gran responsabilidad. Las personas que traducen también deben tener muchas cualidades. La primera es la capacidad de trabajo. En el proceso de traducción no hay atajos. He visto textos que han sido pasados a otra lengua utilizando traductores automáticos de internet. Jamás he leído cosas más terribles. Curiosamente, hay autores que no cuidan las traducciones ni se fijan en que cumplan con criterios de calidad. Eso es algo lamentable.

La mayoría de los libros que editamos en La Ovejita son literarios, casi de cualquier género. Las traducciones literarias no pueden dejarse en manos de cualquiera. Un buen traductor técnico puede ser un asesino de poemas. ¿Si tuviera que hacerse un trasplante de corazón le importaría que en vez de un cardiólogo cirujano se la hiciera un dentista? Pues eso sucede todos los días con la traducción de libros de literatura. Es muy triste porque libros que apasionan a quienes lo leen en la lengua en que fueron escritos pueden ser leídos tan solo unas líneas en otras lenguas por culpa de una pésima traducción. ¿Y quién tiene la culpa de todo este estado de cosas? Primero, los autores/as y las editoriales, que a veces confían sus proyectos de traducción a cualquiera. Segundo, esas personas nefastas que aunque sean muy buenos en otros aspectos de su vida profesional, deberían dedicarse a otra cosa. Y no es por falta de experiencia: he leído textos horrendos que han sido traducidos por personas que tienen a sus espaldas decenas de traducciones similares -de crímenes anteriores-.

En el caso de La Ovejita, nuestras traducciones son llevadas a cabo por personas que conocen bien ambas lenguas. También son personas que saben traducir literatura y siempre hay un segundo traductor profesional que realiza lo que conocemos como segunda lectura, algo imprescindibles para corregir posibles desaciertos o imprecisiones.

Además, nuestro precio tiene la ventaja de que puede conllevar un descuento en el precio de la edición de ese libro una vez traducido. Eso sí, preferimos plazos largos para poder llevar adelante el proyecto con toda la calidad y el rigor que se precisa. Un consejo: desconfiar siempre de quienes venden traducciones rápidas y baratas. Es como vender un coche viejo que sea barato y seguro. O una cosa, o la otra…

Hasta finales de 2015 todos aquellos proyectos de traducción que se inicien estos días podrán beneficiarse de varias ventajas interesantes. Lo mejor es que nos escriban si desean saber más. Contacto: juannavidad@gmail.com

Si quieres saber más de la forma ética y sencilla de publicar de La Ovejita, escríbenos: juannavidad@gmail.com

Conozca el resto de nuestros Recursos para escritores/as en este enlace.

El escritor debe crecer

El escritor debe crecer, nuevo recurso para escritores de La Ovejita
El escritor debe crecer, nuevo recurso para escritores de La Ovejita

¿Os imagináis un médico que termina sus estudios, se saca su plaza como doctor y desde ese momento decide que dejará de estudiar? Sería algo impensable.
Todo el mundo sabe que los médicos están estudiando, aprendiendo nuevas técnicas, acudiendo a congresos, formación y renovándose constantemente. Por alguna extraña razón, muchos escritores creen que el oficio de escribir no necesita ni aprender, ni mejorar, ni formarse ni crecer.

Hace ya unos años, en el instituto, con unos quince años gané mi primer certamen de poesía del centro donde estudiaba. La profesora de literatura, que después me enseñaría también lengua y griego, Elisa Sagarmínaga me dio muchos consejos: el
primero y más urgente: que dejase de escribir como en el siglo XIX. Así es como inicié la «muerte» de Bécquer y la poesía romántica en mis versos. Después, ella misma me enseñó lo importante que era que mis poemas hicieran el mismo recorrido que la historia de la poesía y pasase por las vanguardias: futurismo, dadaísmo, surrealismo… mis poemas deberían pasar por ese filtro para llegar a ser una verdadera poesía contemporánea. El año 1991, cuando ya estaba en la Universidad, me autopubliqué «Anónimo», un poemario que recogía poemas míos escritos desde los 14 a los 19 años. En ese libro tan propio del poeta que aprende, se aprecia esas ganas de crecer. No entiendo a personas que escriben como si nada importara, como si cualquier ocurrencia poética que pase por su cabeza se creen que es poesía. Y no, todo no es poesía. Ni todo es literatura.

Un libro es el resultado de mucho tiempo, trabajo, avances. Para mí es como acudir a una gran competición siendo atleta, por ejemplo, a unos Juegos Olímpicos. Nuestra actuación tiene que ser impecable. No se puede improvisar o hacer mal el
calentamiento, estiramiento, nuestra estrategia en la competición. Para mí, el poeta debería ser un buen atleta de fondo, capaz de resistir, de aprender, escuchar, disfrutar, avanzar y llegar lejos y batir sus marcas constantemente. Tampoco es
mala idea que sea un atleta curioso: que pruebe qué se siente al lanzar una jabalina, saltar unas vallas, superar el listón en altura o probar el triple salto, los cien metros lisos o la maratón. Aunque nuestro género sea uno: la poesía, el relato, la novela… sería bueno que sepamos defendernos bien en otros ámbitos. Siempre vamos a aprender algo nuevo que no sabíamos, que no habíamos experimentado.

No quiero abundar mucho más en este tema. Crecer siempre es bueno y quedarse quieto es una muy mala idea. Ningún cocinero aspira a hacer lo mismo que hacía o sabía en una escuela de cocina. Los autores literarios deben tener hambre de cambio, de sorpresas, de vida. Si nos quedamos quietos, nos quedamos muertos.

La Ovejita cuenta con Talleres Virtuales de Crecimiento Literario individualizados y personalizados para aquellos escritores que descubren que hay otros mundos y desean subirse a nuestra nave espacial. Escribid a juannavidad@gmail.com ,
para saber más sobre nuestros talleres y actividades formativas.

¿Para qué sirve un evento?

Un evento es una ocasión para que sucedan muchas cosas buenas, pero también suele ser ese instante en que la gente comete más equivocaciones irreparables por unidad de tiempo. En este tema reunimos las recomendaciones de La Ovejita para que todo salga de perlas.

TEMPORIZA
No se puede hacer nada en serio sin un plan. ¿Celebrarías una boda o un momento crucial de tu vida de forma improvisada? Pues un evento se merece el mismo cuidado e interés y para ello hay que temporizar. Hay una primera fase en que diseñas el evento: decides cuándo, cómo, dónde, sabes ya quiénes van a ser sus participantes. Cuando ya tienes toda la información, creas los materiales físicos y virtuales para difundir el evento: carteles, folletos/fliers, creas un tema en tu blog, un evento en redes sociales o portales de eventos… Luego vienen los medios, que deben saber que celebras tu evento entre 10 y 15 días antes del mismo. El día antes es demasiado tarde. Unos días antes (entre 5 y 7) puedes enviar un boletín por correo electrónico a tus contactos. En internet conviene no ser demasiado insistente, pero que al mismo tiempo, se entere todo el mundo.

ASISTENCIA
Vayan más o vayan menos, si hemos hecho todo lo posible, lo que viene ahora es disfrutar. Si hay pocas personas en el público puede ser por infinidad de factores. No te hagas la lista mental de personas que te dijeron que estarían y no han llegado. No vale la pena. La gente tiene inconvenientes, cambia de opinión, se pone enferma o se queda más tiempo en el trabajo. En realidad, nadie tiene la obligación de acudir ni a tu evento ni a ninguno. Si tienes por costumbre insistir a la gente en que debe estar te estás equivocando porque tendrás a demasiada gente obligada que quisiera estar en otro lugar.

OBLIGACIONES
En la misma línea que el elemento anterior, por mucho que tú vayas a otros eventos, que compres los libros o la música o la obra de otras personas, esas personas -ni nadie- tienen obligación de devolverte ese favor. Si es así como entiendes la creación de eventos, de nuevo, estás en un error. Somos mayorcitos, deja que la gente fluya, que venga quien desee venir y que te compre libros o lo que vendas si realmente lo desea. Es la forma de crear un público sincero, adulto, sin ese tipo de compromisos más propios de adolescentes.

LA CALIDAD
Todo evento tiene que tener como objetivo la calidad, el disfrute, que todo esté hecho de manera impecable, pero sin sufrir ni molestar a nadie. No importa que haya 10 o 100 personas, los eventos deben tener un horario serio. No pueden durar ni quince minutos (porque sería una falta de respeto) ni tampoco 5 horas (porque nos adueñamos del tiempo de la gente). La puntualidad es esencial. Es una idea pésima que aparezca una hora de comienzo y el evento empiece dos horas después. Es una costumbre que por alguna extraña razón tiene mucho éxito entre los hispanos, pero sinceramente, deberíamos acabar con ella. Recomiendo poner una hora, por ejemplo, las 7:30 para que vaya llegando la gente y comenzar a las 8:00, siempre de manera puntual y exacta. No podemos depender de quien no haya llegado. Tenemos que comenzar. Si falta algún participante en el evento, comenzamos ya y reorganizamos el orden de las personas que van a tomar parte. La calidad también implica que tenemos que tener el mismo respeto por nuestro público si hay 8 que si hay 80 personas en el público. Debemos celebrar el mismo acto, con la misma pasión. Al fin y al cabo, quienes han acudido no tienen la culpa de la poca asistencia.

UN RESPETO
no se puede celebrar un evento en el que unos invitados/as sean tratados como dioses y otros como si fueran escoria. Es una costumbre demasiado extendida y creo que debería erradicarse. Los protagonistas locales no deben tampoco tratarse mejor que los que vienen de otros lugares. De nuevo, es otra falta de respeto. Me han pasado cosas tan surrealistas en los eventos que podría escribir una enciclopedia de errores. Si se toman fotos y luego se comparten se deben tomar fotos a todas las personas que participan. Lo mejor es tomar varias fotos a cada participante, para poder seleccionar las mejores fotos. Tomar solo una a cada persona es una muy mala idea. También, si enviamos una nota a los medios antes o después del evento deben estar listados los nombres de todos los participantes y si el periodista es tan poco profesional de recortar o eliminar los nombres de quienes no conoce, sería bueno que le llamemos la atención para que corrija esa información incompleta, sobre todo si es un medio virtual.

CONCLUSIÓN
Tenemos que crear eventos para el disfrute, sin tensiones ni crearnos expectativas muy elevadas en cuanto a resultados, asistencia, ventas. El éxito lo suelen dar los contactos que hagamos y muchos elementos intangibles que no siempre se traducen en números o en dinero. En muchos días tristes o eventos que para otras personas han sido un desastre, yo he conocido a personas que han cambiado mi vida. Como decía Woody Allen, cuando haya un evento, siempre hay que acudir y yo añadiría: siempre hay que tener una actitud inteligente y receptiva, porque nunca se sabe…

Si queréis conocer los eventos de La Ovejita, recomiendo que visitéis nuestra secciones de eventos que hemos celebrado y de eventos futuros. Y si te animas y deseas acudir a nuestros eventos, nos vemos en Nueva York…

Contacto: juannavidad@gmail.com

Publicar libros no te convierte en escritor

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Este tema forma  parte de nuestra colección de Recursos para escritores/as.  Al pie de este texto tienes enlace a otros temas de este mismo bloque.

Hace mucho tiempo que quería escribir sobre este asunto. Cada semana hablo con decenas de personas que escriben, tanto virtual como presencialmente. Me parece extraordinario que cada vez seamos más quienes creemos en esta forma de comunicarnos con el mundo, creando nuestros textos y compartiéndolos con nuestro público.

Escribo desde los 8 años. Tengo casi los 45. Son muchos años. En el medio hay miles de poemas, textos de todo tipo (relatos, artículos, poemas,  guiones de radio, novelas, cientos de frases…). Además he creado revistas literarias y colaborado en decenas de medios escritos y revistas literarias y científicas, he traducido textos, he escrito para diarios, he tenido varios programas de radio. Soy especialista en animación lectora y he impartido decenas de talleres literarios, he creado grupos literarios, editoriales, asociaciones culturales, literarias, de escritores…

Algo que me sucede muy a menudo es que una persona me cuenta que ha escrito su primer poema. Para mí es una gran noticia, me alegro mucho y se lo digo siempre a todo el mundo. Yo siempre animo a la gente que escribe, porque es algo que nos hace mejores. Pero tenemos que respetar este pasión tan grande que es la literatura. Nuestro primer poema no nos convierte en escritores ni en poetas. Lo siento.

Si nos acercamos a un piano en un salón y no sabemos nada de música, levantamos la tapa y aporreamos las teclas, ¿somos ya pianistas? No se nos ocurriría ponernos a la altura de una persona que lleva 12 años de «carrera» y hacernos llamar igual que esa persona «pianista», ¿verdad? Pues igualmente, no podemos ofender a todas las personas grandes que han escrito en la historia de la literatura haciéndonos llamar «escritores» o «poetas» cuando aún nos estamos acercando a este mundo apasionante.

Para ser escritores tenemos que aprender a leer. Y no me refiero sólo a leer toda clase de literatura, vorazmente y curioseando tanto libros de autores y autoras conocidos como otras personas menos conocidas o quienes aún están empezando. También me refiero a leer la vida, porque si vamos a escribir, necesitamos tener algo que nos interese del mundo ahí fuera. Nuestros sentimientos están muy bien, pero sólo se ejercitan con una verdadera  actitud social con las personas, con el entorno que tenemos ahí fuera.

Termino aclarando el título de este tema: Publicar un libro no te convierte en escritor, porque es lo que creo. Muchas personas publican libros, pero no son escritores, porque cada vez hay menos libros que sean de verdad literatura terminada, mejorada y editada por una persona suficientemente cualificada. Ahora cualquier se considera escritor y eso es malo, pero muchísimo peor es que ahora cualquiera se considera editor. Y eso perjudica mucho la calidad de los libros, porque si los manuscritos tienen poca calidad porque quien los ha escrito no ha madurado lo suficiente como escritor o escritora, lamentablemente muchos libros no pasan por el filtro de calidad y mejora que proporciona un buen editor. Y no, hay que decir que no todo el mundo que tiene un «sello editorial» es necesariamente un editor de verdad. Ni siquiera tener un título de literatura o filología es garantía de nada. Ser editor es un oficio de calidad y a este mundo del libro se han metido muchos buitres que quieren mucho dinero en poco tiempo y sin conocimientos ni ganas de proporcionar calidad, el resultado se traduce en miles de libros terribles.

En La Ovejita Ebooks, nuestro proyecto ético, podemos convertir sueños en realidad y que veas tu libro publicado en papel y formato digital pero siempre con la máxima calidad. Escríbenos a juannavidad@gmail.com si deseas que tus libros sean los de un escritor o escritora y no manuscritos inacabados con forma de libro que provocan dolor a nuestra vista.

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